lunes, 19 de marzo de 2012


¿Por qué Finlandia tiene el mejor sistema educativo del mundo?


Finlandia tiene algo que enseñar al mundo: cómo enseñar. El sistema educativo del país nórdico es el mejor del planeta según los últimos informes PISA. Tony Wagner, experto en innovación en educación, viajó a Finlandia el pasado mayo para descubrir las claves del éxito de este sistema educativo y descubrió algo revolucionario: la educación se basa en la confianza, la transparencia, el respeto y en enseñar a pensar en vez de memorizar.
Está claro que la educación es mucho más que una colección de conocimientos. Pero lo que no era tan obvio hasta ahora era que un sistema educativo eficaz se sustenta en la confianza. En Finlandia, la comunidad confía en los colegios, la población confía en los profesores y los maestros confían en los alumnos.
“Los políticos, los pedagogos, los empresarios, los estudiantes… Todos saben que la educación es el principal recurso del país para competir en el mercado internacional y para construir una ciudadanía cívica”, dice Wagner en ‘The Finland Phenomenon: Inside The World’s Most Surprising School System’, el documental que presentó  en Madrid como inauguración del Global Education Forum 2011.
“Hace unos años el sistema estaba mucho más centralizado pero descubrieron que los resultados eran mejores si cedían más poder y autonomía a los colegios”, comentó Wagner. Esa es una muestra de la confianza de la población en el sistema.
Cada colegio tiene autonomía para organizar su programa de estudios. La planificación educativa es consensuada entre los profesores y los alumnos. Los adolescentes dan su opinión sobre las propuestas de los docentes, informan de sus intereses y participan en la organización del curso. Un hecho que Wagner atribuye a un sistema basado en la transparencia.
La participación de los estudiantes garantiza que se incluyan los temas y las herramientas educativas que les motivan. En las clases de Finlandia se proyectan vídeos de YouTube, se preparan temas investigando en Wikipedia o Facebook, utilizan cómics y escuchan música… No existe una vida dentro del aula diferente a la vida detrás de sus puertas, y la tecnología, igual que ocurre en sus casas, se utiliza a menudo en clase.
La autonomía de los colegios se enmarca dentro de un sistema en el que la educación se concibe como algo gratuito e igual para todos. Los niños tienen acceso a centros de enseñanza similares y no pagan por el material. Los colegios proporcionan libros, ordenadores e incluso la comida.
Los profesores en Finlandia son muy respetados y, según un experto entrevistado en el documental, “gozan de una gran reputación”. Para llegar a ser docente es necesario cursar tres años de licenciatura y dos años de máster. El acceso requiere una nota elevada y una prueba de selección. En el último año, por ejemplo, de 1.600 solicitudes destinadas a cursar los estudios para formar parte del profesorado solo pasaron las pruebas el 10%.
“Los profesores no solo enseñan materias en los colegios. En nuestro pueblo a menudo vamos a pedirles consejos sobre todo tipo de asuntos”, cuenta un finlandés en el documental. El respeto hacia el profesor en ese país parece haber encontrado el equilibrio entre la obediencia ciega que se profesa en Oriente y la falta de consideración que se observa a menudo en algunos países occidentales.
“La comunidad confía en los profesores porque saben que han sido muy bien preparados. Los alumnos con mejores resultados son los únicos que pueden acceder a la docencia”, asegura Wagner.
Los profesores, además, aman realmente su trabajo. “Explican de forma divertida y con mucha vitalidad”, asegura un entrevistado en el documental. Han pasado varias pruebas y una formación exigente hasta conseguir su puesto de trabajo y, según comenta Wagner en el documental, los maestros finlandeses desarrollan su actividad hasta la jubilación.
En otros países, como EEUU, una investigación reciente revelaba que, siguiendo las tendencias actuales, el 80% de los profesores habrán cambiado de profesión en cinco años. Además, “los finlandeses reciben coaching durante toda su carrera profesional para realizar su trabajo cada vez mejor”, indicó Wagner. “Los profesores saben que tienen que innovar todos los días en clase”.
La relación de confianza cierra el círculo en Finlandia. La comunidad y los alumnos confían en los profesores, y los profesores confían en los alumnos. Durante las horas lectivas los profesores se ausentan del aula, cuando lo consideran oportuno, para que los adolescentes trabajen solos en sus proyectos. No conciben un sistema de control y tampoco es necesario. “Las personas se comportan mejor y consiguen mejores resultados cuando se encuentran en un entorno de confianza. Cuando solo hay quejas se convierte en un sistema enfermo”, asegura Wagner.
Los adolescentes conocen bien la importancia de la educación y desde muy jóvenes pueden elegir si quieren estudiar la ‘educación general’ (la que prepara para ir a la universidad) o la ‘vocacional‘ (formación técnica para un oficio). “Los estudiantes están muy motivados y por eso están tan bien educados”, dice una profesora en el documental.
La enseñanza en Finlandia no se reserva solo al colegio. De hecho, la enseñanza obligatoria comienza a los 7 años y los niños tienen menos horas lectivas que en otros países. “En casa es donde empiezan a aprender la lengua y a socializarse”, dice el estadounidense. “En el colegio la socialización sigue siendo muy importante. La relación con el profesor es fundamental y resulta muy cercana porque no hay más de 20 alumnos por clase. El número de matriculados en un colegio también es muy reducido. No vi ningún centro con más de 500 niños”.
La metodología ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema educativo de la Ilustración y hace énfasis en el “desarrollo de la curiosidad, la creatividad, la experimentación… No es una cuestión de transmitir información. Para los finlandeses es más importante aprender a pensar que aprender a repetir”, comentó Wagner.
La versión práctica de este método de enseñanza se manifiesta, por ejemplo, en realizar proyectos basados en crear una empresa. Los alumnos se organizan por grupos para aprender a trabajar en equipo e incluso pasan una noche durmiendo juntos. “Esto hace que el grupo funcione mejor. Nos conocemos más y aprendemos a convivir”, comentaba un estudiante en el documental. “Esto nos hace ver que tú solo no puedes hacerlo todo. Tenemos que colaborar”.

http://www.yorokobu.es/la-confianza-clave-del-exito-educativo-en-finlandia/

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿QUE PUEDEN HACER LOS PADRES PARA AYUDAR A SUS HIJOS EN LA ESCUELA?



 En su mayoría, los padres saben, instintivamente, que dedicar más tiempo a sus hijos e implicarse de manera activa en su educación les proporcionará una gran ventaja en la vida. Pero, como muchos padres tienen que hacer malabarismos a la hora de hacer compatible las demandas del trabajo con las del hogar, parece que nunca hay suficiente tiempo. Además, con frecuencia los padres son reacios a ofrecer a sus hijos ayuda con las tareas escolares porque piensan que les faltan algunas de las habilidades que permitirían influir en el éxito de sus hijos en la escuela. La buena noticia que obtenemos de los análisis de los datos de PISA es que no hace falta tener un doctorado ni dedicar una infinidad de horas para que los padres influyan en los resultados. De hecho, muchas actividades entre padres e hijos que están asociadas a un mayor rendimiento en la lectura suponen relativamente muy poco tiempo y ningún conocimiento especializado. Eso sí, lo que exigen estas actividades es un auténtico interés e implicarse activamente.
La evaluación PISA 2009 no recogió datos solamente de los estudiantes y de los directores de los centros escolares, sino que también formuló preguntas a los padres de los estudiantes. Algunas de estas preguntas estaban centradas en los tipos de actividades que hacían los padres con sus hijos cuando éstos cursaban su primer año de Educación Primaria; otras preguntas se centraban en las actividades a las que se dedicaban los padres con sus hijos en el momento de la evaluación de PISA, o sea cuando los hijos tenían 15 años.
Una dedicación temprana proporciona dividendos más adelante

Apoyo de los padres al comienzo de la Educación Primaria


Las respuestas de los padres muestran una estrecha relación entre su dedicación a sus hijos y la implicación de éstos en actividades relacionadas con la lectura durante el primer año de Educación Primaria y su rendimiento en lectura a los 15 años.
Los estudiantes cuyos padres informaron que habían leído un libro con sus hijos “todos los días o casi todos” o “una vez o dos por semana” durante el primer año de Educación Primaria consiguieron puntuaciones significativamente más altas en PISA 2009 que los estudiantes cuyos padres informaron de que “nunca o casi nunca” o sólo “una o dos veces al mes” habían leído un libro con sus hijos. Como promedio, en los 14 países para los cuales hay datos disponibles, la diferencia es de 25 puntos, el equivalente a más de medio año escolar; pero esta diferencia va desde 4 puntos en el país asociado Lituania hasta 63 puntos en Nueva Zelanda.


Las diferencias en el rendimiento que están asociadas a la dedicación de los padres reflejan en parte las diferencias en los antecedentes socioeconómicos de las familias, puesto que, como promedio, los estudiantes de familias aventajadas desde un punto de vista socioeconómico disfrutan de un ambiente más propicio para un aprendizaje diverso, incluyendo el tener padres más involucrados. Sin embargo, incluso cuando se compara a estudiantes de antecedentes socioeconómicos similares, aquellos estudiantes cuyos padres les leían libros regularmente cuando estaban en el primer año de Educación Primaria tienen una puntuación 14 puntos más elevada, como promedio, que los estudiantes cuyos padres no lo hicieron.


Curiosamente, los diferentes tipos de actividades entre padres e hijos tienen diferentes relaciones con el rendimiento en lectura. Por ejemplo, como promedio, la diferencia de puntuación en lectura que se asocia a la implicación de los padres es mayor cuando los padres leen un libro con sus hijos, cuando hablan acerca de lo que han hecho durante el día y cuando les cuentan historias. La diferencia de puntuación es menor cuando la dedicación de los padres consiste en jugar con sus hijos a juegos relacionados con el alfabeto.
Los estudiantes nunca son demasiado mayores para beneficiarse del interés que tienen sus padres por ellos

Apoyo de los padres cuando el estudiante tiene 15 años
Los resultados de PISA muestran también una fuerte asociación entre algunas actividades entre padres e hijos, cuando los hijos tienen 15 años, y el rendimiento en lectura según PISA. Por ejemplo, los estudiantes cuyos padres hablan sobre temas políticos o sociales con ellos ya sea semanal o diariamente tienen 28 puntos de ventaja, como promedio, sobre aquellos cuyos padres hablan de estos temas con menos frecuencia o nunca. La ventaja en cuanto al rendimiento es mayor en Italia (42 puntos) y menor en la economía asociada Macao-China (14 puntos). Cuando se tienen en cuenta los antecedentes socioeconómicos, la ventaja en cuanto a la puntuación desciende, pero sigue siendo importante (16 puntos) y se observa en todos los países y economías participantes, excepto Hungría. Los hallazgos de PISA muestran también que otras actividades entre padres e hijos, como “hablar de libros, películas o programas de televisión”, “hablar acerca de cómo les va a los hijos en la escuela”, “sentarse juntos a la mesa para comer” y “dedicar tiempo simplemente a hablar con los hijos”, están asociadas también con un mejor rendimiento del estudiante en lectura en la escuela.

En resumen: todos los padres pueden ayudar a sus hijos a desplegar todo su potencial dedicando tiempo a hablar y a leer con ellos, sobre todo, y especialmente, cuando son muy pequeños. Los profesores, las escuelas y los sistemas educativos deben estudiar cómo pueden ayudar a los padres, que están muy ocupados, a desempeñar un papel más activo en la educación de sus hijos, tanto dentro como fuera de la escuela

 Informe PISA 2009: Superación del entorno social: Equidad en las oportunidades y resultados del aprendizaje (Vol. II)
http://www.oecd.org/dataoecd/36/44/49460778.pdf